El verde es el color de la naturaleza, razón por la cual se lleva muy bien en decoraciones de estilo campestre o rústico. Asimismo es una tonalidad asociada a la salud, el crecimiento y la prosperidad. En sus versiones más apagadas puede generar sensación de equilibrio y calma. Los verdes pasteles ayudan a generar mayor luminosidad mientras que los verdes más intensos resultan ideales para cocinas modernas e incluso vanguardistas.
Una cocina a puro verde
Esta primera opción combina diferentes tonos de verde para crear un ambiente súper rústico. El verde más claro (Frolic SW 6703) se dejó para las paredes de manera tal que no ponga en juego la luminosidad de la cocina. Para acentuar detalles se utilizó un verde más oscuro (Verdant SW 6713).
Una cocina verde soberbia y elegante
El verde oscuro (Shamrock SW 6454), típico de la campiña inglesa, resulta ideal para las cocinas de campo. Su presencia es sinónimo de elegancia y distinción. Para balancear la soberbia y oscuridad de este tono se combinó con un cálido terracota.
Una opción súper moderna
Las cocinas modernas se caracterizan por el uso de tonos neutros y de líneas simples. Para poder romper un poco la monotonía, nada mejor que un verde cítrico y brillante (Center Stage SW 6920).
Una cocina relajada
El verde agua o los verdes pasteles (Supreme Green SW 6442, Jocular Green SW 6736) son ideales para crear ambientes relajados. En el caso de esta cocina se colocó el verde en las paredes y se lo combinó con detalles blancos. Una propuesta ideal para una vivienda de descanso.